Se ha empezado a trabajar en un modelo básico que encarna el aspecto y el espíritu del icono francés.
Citroën está considerando revivir el legendario 2CV más de tres décadas después de que el clásico sin florituras dejara de fabricarse.
Una fuente de alto nivel ha confirmado que ya se están realizando los trabajos preliminares de diseño del sucesor del automóvil al que se atribuye la movilización de la Francia de posguerra, aunque el proyecto se encuentra en una fase muy temprana.
La noticia supone un cambio de opinión por parte de Citroën, que hasta ahora había negado cualquier plan para recuperar este famoso modelo.
El Renault 5, de inspiración retro, y su bajo precio de partida, 25.000 euros, han provocado el replanteamiento de la empresa.
La berlina ha tenido un éxito inmediato en Francia, con 9.973 unidades vendidas el mes pasado. Es decir, 1.721 unidades más que las que vendió Citroën del nuevo C3.
En noviembre de 2024 -el primer mes completo a la venta del 5-, el nuevo utilitario desempeñó un papel clave en el aumento de la cuota de Renault en el mercado francés de coches eléctricos, que pasó del 16,3% (de enero a octubre) al 23,2%.
A diferencia del 5, que se diseñó pensando en cómo habría evolucionado el original si se hubiera mantenido en producción continua, se entiende que el 2CV refleja más fielmente el diseño de su homólogo clásico.
Con el nuevo Ami, presentado en el Salón del Automóvil de París de 2024, Citroën ya ha dejado entrever su deseo de crear modelos con un marcado sabor retro. Toma prestados varios elementos de diseño del 2CV original, como los faros de ojos saltones, las hendiduras en forma de respiradero en las aletas y el logotipo histórico de Citroën.
En declaraciones a Autocar durante el Salón del Automóvil de Bruselas de este año, el jefe de diseño de Citroën, Pierre Leclercq, no quiso confirmar públicamente el nuevo 2CV, pero afirmó que la marca "no cierra la puerta" a los diseños retro.
Dijo: "Lo que se recuerda de Citroën no es especialmente que se quiera rehacer la forma de los vehículos que han sido buenos. Pero no cerramos la puerta. Pero creo que la filosofía es importante".
Como se desprende del comentario de Leclercq sobre la importancia del espíritu subyacente, la sencillez y la asequibilidad serán sin duda consideraciones clave durante el desarrollo del nuevo 2CV. El original se presentó como el producto mínimo viable necesario para llevar la movilidad a la población rural de la Francia de posguerra.
Ese informe tiene algunos paralelismos con la sociedad actual, ya que la transición a los vehículos eléctricos -además de otros problemas como el aumento del coste de la energía y los materiales- ha disparado los precios de los coches nuevos y ha puesto los vehículos eléctricos fuera del alcance de muchos compradores de clase media y trabajadora.
En aras de la asequibilidad, lo más probable es que el nuevo 2CV utilice la plataforma Smart Car de Stellantis, matriz de Citroën, que permite reducir costes y en la que se basan coches como el nuevo C3, el Fiat Grande Panda y el Opel/Vauxhall Frontera. Sin embargo, es posible que se simplifique aún más para reducir costes. Incluso el C3, el más asequible de los coches que utilizan la plataforma hasta ahora, recibe lujos como topes hidráulicos.
En cuanto al sistema de propulsión, se espera que dé prioridad a la eficiencia frente a las prestaciones, lo que permitirá instalar un paquete de baterías más pequeño y, por tanto, más barato.
El director general de Citroën, Thierry Koskas, declaró recientemente a Autocar que las baterías son el mayor obstáculo para reducir el precio de los nuevos coches eléctricos, ya que representan alrededor del 40% del coste total de un vehículo. "Todavía tenemos que hacer un gran avance en el coste de las baterías", declaró Koskas.
Como referencia, el Dacia Spring, de concepción similar, incorpora un pack de iones de litio de 26,8 kWh, que le proporciona una autonomía de 225 km y es clave para que alcance un precio de partida de 16.900 euros.
Aunque la arquitectura del Smart Car también admite motores de gasolina y ligeramente híbridos, es posible que el diseño del 2CV lo limite a una configuración eléctrica más compacta. El motor más grande que Citroën montó en el coche original era un bicilíndrico plano de gasolina de 602 cc, anormalmente pequeño para los estándares modernos y, con sólo 32 CV, demasiado impotente.
De hecho, los diseñadores de Renault han afirmado en numerosas ocasiones que el nuevo 5 sólo podría haber sido un coche eléctrico. Equiparlo con un motor de gasolina habría requerido un capó más largo, comprometiendo sus proporciones de nariz respingona.
En cualquier caso, se espera que el nuevo 2CV salve la distancia entre el Ami y el C3, que tienen un precio de 8900 euros y 15.240 euros respectivamente. Esto lo situaría en competencia directa con el Spring y el Leapmotor T03 en la gama baja, pero el nuevo 2CV también podría ser un coche más grande que estos rivales, por debajo del Renault 5.
No hay ninguna indicación de cuándo podría llegar un nuevo 2CV, pero un ciclo de desarrollo típico de cuatro años lo situaría en 2028. Casualmente, ese año se celebra el 80º aniversario de la presentación del coche original en el Salón del Automóvil de París, así como la próxima edición del salón bienal tras su regreso en 2026.
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